viernes, 16 de marzo de 2012

Séptimo Día: Vuelta al Battery Park, Ferry a la Estátua de la Libertad, Empire State Building...

Bueno, creo que ha llegado el momento de continuar un poco mi historia, porque estaba pasando ya mucho tiempo y pronto no me acordaré de los detalles, así que... ¡aquí estoy de vuelta! Perdón por el retraso (si es que hay alguien que me lee).

Como iba diciendo en la publicación anterior, nos levantamos el miércoles para ir a ver, por fin, la Estátua de la libertad.

Desayunamos en el Starbucks como ya era costumbre, (aún sigo echando de menos esos desayunos) y cogimos de nuevo, por segunda vez, el autobús que nos llevaba al battery Park, esta vez con gorras para no quedar atontados por el sol.
Volvimos de nuevo, a escuchar la historia de las calles que contaba el guía del bus, al menos, al ser alguien distinto, cada vez te enterabas de curiosidades nuevas, ya fuera porque se les oía más o menos, se les entendía mejor o peor, o porque contaban sus propios chistes o anécdotas.

Llegamos al Battery Park y fuimos a informarnos dónde comprar los tickets para poder subir al ferry, o dónde se cogía, ya que hay varias opciones para verla.
Hay un ferry naranja, que es gratuito siempre, pero que por supuesto, al ser gratis, las colas son interminables, y tarda más. Otra de las pegas que tiene este ferry es que no va la Isla de la libertad, sino a otra cercana, desde donde también se puede ver la estátua pero no tienes la opción de bajar en la misma.

Así que cogimos el ferry de pago, (que hacía parada en dos islas) pero que al tener el NYPass nos salía gratis igualmente. Hicimos la cola, que entraba en una garita de seguridad con cintas, como en los aeropuertos y en el Rockefeller, donde tuvimos que dejar relojes, cinturones y bolsos en una bandeja para controlar que no se subiera nada peligroso al ferry... ¡cuánta seguridad! lo mismo que aquí en España ... xD

Una vez ya en el ferry, subimos a la parte superior (tenía 3 pisos si mal no recuerdo) donde había bancos para poder sentarse y verlo todo tranquilamente, a pesar del aire que  hacía ahí arriba. La verdad es que a medida que el ferry se iba alejando de Nueva York hacia la isla, iba dejando una bonita vista de la ciudad desde fuera...





Poco a poco llegamos a ver la estátua, ¡es más pequeña de lo que parece! Intentaré poner una foto donde se vea gente en el pie de la estátua para poder ver la proporción, pero he de decir que me decepcionó bastante.
No nos bajamos en la isla de la estátua, miré hacia abajo desde el ferry y ví una marabunta de gente que quería pisar la isla, y con ver eso, decidimos quedarnos en el barco. Tampoco íbamos a subir a la Estátua, ya que eso había que pedirlo con muchos meses de antelación y no los teníamos, así que seguimos el camino del ferry hacia la siguiente isla.





A continuación, la segunda isla donde el ferry hacía parada:






Cuando el ferry estuvo de vuelta en el Battery Park ya era tarde, así que buscamos un sitio para comer, esta vez un McDonald's. Era la primera vez que pisábamos un McDonald's en NY ¡y no me gustó nada! No tenían casi variedad de hamburguesas, el Checkers le daba mil patadas... pero bueno, algún McDonald's teníamos que probar.

Después fuimos a coger un autobús para llegar al Empire, pero antes pasamos por la Gran Central. Era impresionante, como si estuvieras dentro de una película, con la cantidad de gente que había, lo iluminada que estaba y lo clásica que parecía.



Y al fin llegamos al Empire State, en la entrada había una réplica en miniatura del edificio, iluminada también.


Como comentaba, a mi me gustó más la vista de la ciudad desde el Empire, ya que fuimos más tarde, por lo que al estar más oscuro la ciudad iluminada quedaba más impactante, y a todo esto sumando que la vista era más elevada. Creo que merece la pena subir varias fotos, así que para no entorpecer la lectura las pondré AQUÍ.


Cuando volvimos a la 8ava. para buscar un sitio donde cenar, ya se nos había hecho tarde, como siempre y uno de los chicos decidió que estaba demasiado cansado o no se encontraba bien, y se fue a acostar, directamente al hotel. Así que los 3 que quedamos fuimos en busca de algún restaurante donde todavía estuvieran dispuestos a servirnos cena. Encontramos un mejicano, ¡cuánto tiempo! ¿Por qué no? y nos dijeron que debíamos pedir de inmediato si queríamos cenar, no nos dejaron ni 5 min para mirar la carta porque la cocina estaba cerrando, así que nos recomendaron a base de nuestros gustos.

La verdad es que cenamos muy bien, platos muy abundantes, con arroz mejicano, pollo con cheddar, fríjoles (aunque estos me los dejé), ensalada, etc.
El dueño vino a entablar una conversación con nosotros porque hablaba español y estabamos comentando que habíamos cenado muy bien en ese sitio cuando yo dije "es que por aquí no se come muy bien" (refiriéndome en general, en Estados Unidos no se comía muy bien: todo a base de hamburguesas, pizzas... nada de dieta mediterránea o lo que conocemos nosotros como una dieta sana) y creo que el hombre pensó o entendió que me refería a su restaurante... aunque esto me lo explicó mi compañero de habitación después, yo estaba tan feliz y no me dí ni cuenta de si puso alguna cara extraña o no. El caso es que tampoco volvimos así que poco importa.

Ya con el estómago lleno buscamos un sitio para tomar algo, antes de irnos a dormir, aún era pronto, así que decidimos entrar a un bar, que habíamos pasado por delante ya muchas veces, el "Barcelona Bar". Lógicamente, comentábamos algo cada vez que pasábamos por delante ya que sentíamos curiosidad por ver qué había de nuestra querida Barcelona en ese bar... así que entramos porque tenía toda la pinta de un bar de copas, y sí, por curiosidad más que nada. Dentro nos encontramos con fotos de Copito de Nieve (Floquet de Neu para los catalanes) y varias pizarras con nombres de chupitos. Entramos y pedimos unas cervezas Delirium Tremens, ya que también tenían cervezas de exportación. Nos pidieron identificación como siempre, hicimos el comentario de Barcelona, pero se quedó ahí... No estaba mal el sitio, pero el camarero no nos dió mucho juego así que después de bebernos la cerveza volvimos al hotel.
Todavía teníamos por visitar un montón de cosas al día siguiente así que tendríamos que descansar.