miércoles, 31 de agosto de 2011

Segundo día: C.Park, paseo por Times Square, Bryant Park ...

A todos los que habéis llegado hasta aquí y me seguís leyendo... ¡Buenas!
Tal como resume el título, explicaré lo que hicimos y visitamos durante nuestro segundo día en Manhattan.

Habíamos quedado a las 11 en el pasillo. Mi compañero y yo estuvimos hablando de despertarnos a las 10 para que nos diera tiempo de ducharnos y prepararnos, así que supongo que nuestros amigos (que estaban en la puerta de enfrente) entendieron 10 en vez de 11 y nos vinieron a buscar demasiado pronto. Habían estado horas despiertos, dando vueltas, a causa del jet-lag.

Después del malentendido salimos, y fuimos en busca de un famoso Starbucks para desayunar. ¡Había uno casi en cada esquina! (por lo menos). Teníamos varios cerca como pudimos ver más tarde, pero todavía no estabamos al corriente, y el de nuestra misma calle era pequeño, estaba lleno, y era más para llevar, así que bajamos por la 8a hasta el que vimos el día anterior, justo en frente del Cosmic.
Entramos... "¿qué pedimos?", "no tengo ni idea, es la primera vez que estoy en un Starbucks", "y yo...bueno, vamos a mirar".
Miramos la carta, al estilo McDonald's o cualquier sitio de comida rápida... "Uff... ¿no hay café con leche de toda la vida? ¿Qué me pido yo ahora? ¡tampoco me gusta el café con hielo!"... y después del café que nos pusieron en el avión, que más que café con leche era un tanque de agua negra con un chorrito de crema ... ya sabíamos que no ibamos a beber un buen café en muchos días. 
Me pedí lo que más se podía asemejar, un Hot Mocha Lâtte, ¿tamaño? Small por supuesto, el resto eran enormes y un Butter Croissant (vamos, un croissant de esos de mantequilla, que tienen que engordar un montón pero están tremendos).


La verdad es que acerté, me llevé una sorpresa porque además habían puesto Cream (nata) y estaba buenísimo, así que todos los días a partir de ése pedí lo mismo (¡lo echo de menos!) ^^.

Así que, después de estar desayunando y aprovechando la wi-fi gratuita y pública, durante al menos una hora, fuimos hacia Central Park. Había gente por todos los lados intentando venderte el servicio de bicis.
Pasamos por el Columbus Circle, y entramos un momento a echar un vistazillo al Centro Comercial, ya iríamos de compras otro día, con más tiempo.

Cuando llegamos a la entrada del parque, nos vieron otra vez cara de guiris y nos asaltaron con un servicio de recorrido del parque, en un carrito tirado por ellos mismos en bici (muy típico allí, hay por todos lados). Llamaron al "jefe del cotarro" y vino con una encuadernación de todo el recorrido, explicándonos todos los sitios donde paraban para que tomáramos fotos de los sitios más famosos y que salían en las películas y series.
Al final nos hizo gracia la idea de alguien llevándonos a los sitios clave y que fuera explicándonos qué era cada cosa, ya que sabíamos que no ibamos a poder recorrer el parque entero, no sabíamos por donde empezar, qué era importante o como llegar. Accedimos.

Los carros eran de dos plazas, cada uno tirado por una persona. Dos nosotros cuatro, uno llevaba la camiseta del barça (el que iba a mi lado), y otro la de España (que iba con mi compañero de habitación), así que nuestros conductores estuvieron la mayor parte del tiempo hablando del tema. "¡Ohhh el Barça! ¡Muy bueno! ¡Me encanta Messi!". Nos contaron que habían llevado en el carrito a Casillas y Sara Carbonero, y algún que otro jugador, y que les habían dejado buenas propinas... (verdad o no, yo con su sueldo también podría).
Nos explicaron las curiosidades de cada sitio y en los más importantes, nos dejaban un tiempo para bajar, caminar y hacer fotos.
  

Cuando se acabó el recorrido, nos llevaron de nuevo a la entrada donde nos habían engatusado y después de pagar y hacernos fotos con ellos salimos del parque.

Empezamos a caminar por las calles buscando algún lugar para comer, hasta llegar de nuevo a Times Square. Nos metimos en un SBARRO, que de todas las comidas y cenas que hice en 10 días, fue la que menos me gustó, además me cobraron mucho por un trozo de pizza (slice) y un plato de pasta precocinados...

Después de comer salimos dirección a Bryant Park, estuvimos un rato por el parque, hicimos fotos, vimos la biblioteca pública, que estaba justo al lado (aunque no llegamos a entrar) y caminando casi de vuelta, vimos una tienda HBO. Habíamos empezado todos a ver True Blood, y alguno también Juego de Tronos así que entramos a cotillear. Al final acabamos comprando cosas: tazas, camisetas... y unas botellas de True Blood para los cuatro (de las sangre sintética que beben los vampiros en la serie).

¡De vuelta al hotel! Nos quedaban más de 10 calles que subir y estabamos ya bastante cansados.
Cuando llegamos lo primero que hicimos fue ir a la habitación de nuestros compañeros de en frente, a bebernos la "sangre", que sabía a Fanta de Naranja mezclada con algún sabor tropical. Después nos separamos, a descansar un poco.

Antes de cenar bajamos a la terraza del hotel. Tenían una detras del lobby, y otra en la última planta, que cerraba a las 11, donde la gente iba vestida de gala (nunca llegamos a verla). Era visualmente apetecible, tenía bancos con cojines, mesas grandes de madera, algún que otro sillón (siempre ocupados), lámparas... muy chula. Nos sentamos, pedimos una cerveza, Brooklyn Summer Ale. Dos de mis amigos corrieron a acomodarse en el sofá... ¡pero no sabían que iba a ser una mala elección! El otro chico y yo nos sentamos en frente, en unas sillas. El sofá estaba situado encima de una rejilla o desague y al cabo del momento empezó a subir un olorcillo... la verdad es que me reí mucho ese día viendo como se tapaban la nariz y las caras que ponían tan sólo por haber corrido hacia la comodidad. Ironías de la vida... =P.

Para cenar, habíamos quedado con un ex-compañero mío de trabajo y su mujer. La verdad, es que fue bastante curioso, porque cuando estábamos planeado el viaje a Japón yo le pregunté a él, que sabía que había ido de viaje de novios allí, para que me explicara y recomendara cosas. Un mes antes de viajar, me preguntó si continuaba mi viaje, para quedar conmigo pero le expliqué lo que nos había pasado, y que al final veníamos a Nueva York, y resultó ser que íbamos a coincidir con ellos allí.
Nos venían a buscar ellos al hotel, bajamos a la calle y esperamos a que llegaran. No conocía a su mujer, pero no fue un inconveniente, estuvimos hablando como si nos conociéramos de toda la vida. Nos contaron cosas de su viaje a Japón y también de lo que habían visitado ya en Nueva York.
Comimos en un Italiano de la 8ava. porque una vez más, el dueño aprovechó que pasabamos y no sabíamos dónde cenar, para engatusarnos. Nos salió muy caro, así que ya sabíamos donde No teníamos que volver.

De vuelta al hotel, queríamos entrar en la famosa discoteca esa tan fashion que teníamos, que se veía el cristal iluminado desde la calle... entramos y antes de subir las escaleras mecánicas que daban al lobby había una chica (como los seguratas de las discotecas) pidiendo acreditaciones, "somos customers del hotel" "ah ok! podeis pasar" ... ¡primera prueba superada! habíamos pasado todos, incluídos mi ex-compañero y su mujer, pero cuando fuimos a entrar en la discoteca nos dijeron que era una fiesta privada, que no podíamos pasar, y que otro día podríamos... decepción. "¡Vaya! ¿y ahora dónde vamos?" Confiábamos en la discoteca del hotel, no sabíamos de ningún sitio más para salir...
Volvimos a bajar la 8ava y en una de las calles que cruzan había un Pub, "McGee's". Era Pub y restaurante (si lo llegamos a saber...), y si le dáis al enlace podéis ver cómo era. El típico pub con tirados de cerveza, jarras, sillones y buen ambiente. Incluso habían fotos con los del reparto de la serie Como Conocí a Vuestra Madre (How I Meet Your Mother). Estuvimos allí hablando hasta que tanto a ellos como a nosotros se nos empezaron a cerrar los ojos y decidimor irnos a dormir. No era muy tarde, pero era nuestro segundo día y todavía teníamos que acostumbrarnos, así que nos fuimos a dormir. El día siguiente era Sábado, ¡y teníamos que coger fuerzas para ir de compras al SOHO!

martes, 30 de agosto de 2011

Primer día en Nueva York!

Íbamos ya en la furgoneta, camino hacia el hotel. ¡Creo que no había pasado tanto miedo yendo en coche en mis 24 años! Bueno, sí... pero no importa... ¡Conducían fatal! Se metían en los carriles sin mirar, cambiaban de uno a otro de repente... una negra nos sacó el dedo por la ventanilla a lo "¡Fuck You!", la ventanilla iba haciendo ruido a cada bache, amenazándo con romperse de un momento a otro... la carretera estaba tan mal que pensábamos que íbamos a salir volando... mientras nos mirábamos unos a otros, rezando por llegar sanos y salvos. Resultó que una de las parejas eran españoles (gallegos por lo menos) y los pobres también iban santiguándose.

Empezábamos a ver cosas ya típicas, como los autobuses escolares, las casitas con sus jardines, cementerios al lado de la carretera, los trucks inmensos (los camiones típicos de las pelis XD), las señales todas abreviadas (¡abrevian todo lo que pueden!), como Blvd (boulevard) o Bklyn (Brooklyn)... taxis amarillos, ¡muchísimos!, Mustangs y coches americanos... anuncios... por lo menos íbamos distrayéndonos de la conducción.


Dejó a una pareja que hablaban en inglés en Brooklyn, por lo que vimos Manhattan y los puentes de Brooklyn y Manhattan Bridge desde el otro lado. Nos dejó a nosotros y a  la señora que iba sola en el Hudson Hotel, y la pareja de gallegos continuaron, ya que iban más hacia arriba.

Nuestro hotel estaba en la 9ª Avenida con la calle 58, al ladito mismo de Columbus Circle y Central Park, justo en el medio de Manhattan por lo que estábamos muy bien situados (por eso debía ser tan caro).
Subimos por las escaleras mecánicas hasta el lobby (la recepción) y ninguna de las personas del hotel hablaban otra cosa que no fuera inglés. Nos extrañó porque, aunque sabíamos que íbamos a hablar inglés allí, al menos en España cuando vas a un hotel, los recepcionistas te atienden en varios idiomas (qué mínimo que los típicos Inglés - Francés - Español).
  
Llave (o más bien tarjeta) en mano, subimos a la planta 10 y abrimos cada uno su puerta. Las dos habitaciones estaban una en frente de la otra, hasta ahí bien, pero en cuanto abrimos la puerta y la vimos nos quedamos "Oh ... wait!" pongo foto...


Lo primero que vimos fue una cama de matrimonio en una habitación bastante pequeña... mirada... "mmm no hay camas separadas" ... nos giramos y vemos una cortina que separa el lavabo de la habitación. Sólo una cortina..."pero, ¿y esto?"... luego nos dimos cuenta que había otra cortina por dentro del lavabo, y poniendo las dos no se veía absolutamente nada, pero la impresión inicial estaba ahí, con la boca abierta los dos pensando "OMG!", pero bueno, no había más que hacer, así que dejamos las maletas en la habitación.

A la que nos acomodamos un poco, sacamos la ropa para colgar y las cuatro cosas básicas decidimos ir a dar una vuelta por la manzana. Al final se nos habían hecho las 7 de la tarde ya que habíamos tardado unas 3 - 4 horas en llegar (entre controles del aeropuerto y la vuelta que dió el taxi) y otro ratito más que habíamos estado descansando en el hotel. Caminamos lo que quedaba de la calle hasta la 8a (en realidad estabamos entre las avenidas 8a y 9a) y empezamos a bajar la avenida por lo que llamaban la Hell's Kitchen. Lo llamaban así porque básicamente, la 8th Ave está llena de restaurantes de todo tipo, unos al lado de otros.

Fuimos caminando y acabamos en Times Square... como siempre (¡siempre se acaba en Times Square! jeje).
Al final acabamos en una tienda, Phantom of Broadway, que era una cadena de souvenirs, en la que había de todo: camisetas de todo tipo, de New York, de dibujos y series, camisas de los NY Yankees, ropa para niños, bolsos, bolígrafos, figuritas, imanes, pósters... de todo. Ya hice mi primera compra, unas cucharillas de estas típicas de colección donde ponía New York y un lápiz rosa (monísimo XD).

Bueno, al final volvimos a la 8a para encontrar algún sitio donde cenar y nos metimos en el típico restaurante americano con sillones y mesa en medio donde también hacen de todo pero son conocidos por sus hamburguesas. El Cosmic Diner (¡incluso en la web puedes pedir para llevar! lástima que no lleguen tan lejos jeje).

Después de cenar, ya con el jet lag y después del día tan largo, nos fuimos a dormir prontito.

lunes, 29 de agosto de 2011

...¡y llegó el día de coger nuestro vuelo!

Así fue. Llegó por fin el día que debíamos partir hacia Nueva York. Vuelo directo desde Barcelona, sin escalas.

Habíamos estado discutiendo los cuatro durante el día anterior sobre qué hora quedábamos para ir al aeropuerto del Prat. Dos de nosotros éramos partidarios de quedar a las 9.00 a.m y los otros dos a las 9.30. Querían media hora más para dormir (?) y nosotros queríamos llegar con tiempo, sin prisas de última hora y sin arriesgarnos a nada. Al final quedamos a una hora intermedia...

Como no, ese día llovía ><. Íbamos en dos coches (dos y dos), llevados por un amigo y el padre de uno de los chicos. Había venido también mi pareja para despedirse de mí en el aeropuerto, y ya de paso, todo sea dicho, ayudarme con las maletas =P (¡gracias!).
Llegamos al aeropuerto y fuimos a buscar las taquillas correspondientes de Delta AirLines (AirFrance). Enfilados ya para coger billete, facturar maletas, pasar controles, etc. nos despedimos de ellos y empezamos a hablar con una de las chicas de la compañía.
" Tengo que haceros las preguntas de rigor ¿Hacia donde váis?, ¿por qué?, ¿qué lleváis en las maletas? ¿Algún objeto punzante que pueda usarse como arma? ¿Algún líquido en el equipaje de mano que sobrepase los 100ml? ¡Uy! esos candados que lleváis no están estandarizados en Estados Unidos, si no son TSA y ven algo sospechoso en vuestra maleta, como no los podrán abrir, tienen derecho a romper vuestras maletas"
¡Primer susto! nos quedamos mirando el chico que había comprado conmigo su maleta y yo ... pensando "¡nuestras maletas nuevas! ¿qué hacemos?" ... "Yo no lo quito" - dije - "prefiero esto, que puede que no pase nada, a dejarla sin candado y que la pueda abrir cualquiera". Los dejamos puestos... ¡que pasase lo que tuviése que pasar!

Nos sacó los billetes de avión la misma chica y nos dispuso a facturar. Sin ningún otro problema y con la maleta ya facturada fuimos a pasar el control... todo bien. El avión salía a las 11.20a.m., pero casi no tuvimos que esperar para subir al avión, abrieron la puerta de embarque y buscamos nuestros asientos. ¡Nos esperaban 8h de vuelo antes de llegar a nuestro destino!

Tuvimos que esperar unos 30 min. a que llegaran 4 personas, lo de siempre... y después del retraso ya despegamos. El avión tenía en cada asiento una manta de viaje, almohada y su pantallita con juegos, películas (la mayoría en inglés), música... así que me pasé parte del viaje jugando y durmiendo a ratitos.
Tengo tendencia a coger migrañas, pero los ratos que dormí me sirvieron para quitar el dolor de cabeza que me habían causado los nervios y los movimientos del despegue, por suerte no fue a más. Mientras tanto, cada 3 horas aproximadamente nos iban dando comida, bebida, pica-pica... lo último fue un burrito (de estos que vienen envueltos ya prefabricados) que me gustó mucho, pero no lo encontré allí... (tendría que haberle hecho una foto porque ahora no me acuerdo de la marca...¡qué fallo!).

¡Por fin, habíamos llegado! Veíamos el aeropuerto (J.F.K.), con muchas ganas de pisar tierra firme. Allí hay 6 horas de diferencia con España, por lo que en vez de ser las 7 de la tarde eran las 14.00h, seguía siendo de día, y teníamos toda la tarde por delante... bueno, eso pensábamos...

Nada más bajar del avión, seguimos a toda la gente que estaba en nuestro mismo vuelo, las escaleras mecánicas no estaban funcionando... y llegamos a un pasillo donde se dividía la cola en residentes y extranjeros.
Esperamos, avanzamos...esperamos... ¡el pasillo que parecía que no iba a acabar nunca! y llegamos a las taquillas, donde había que hacer el triple de cola antes de poder recoger nuestras maletas.
Aquí es donde hacen de nuevo las preguntas para poder entrar en su país: te preguntan tu nombre, apellidos, motivo del viaje, te toman las huellas dactilares de ambas manos y una fotografía. Ya te tienen fichado.
La ventaja de todo esto, era que ya no teníamos que esperar a que salieran nuestras maletas, intuyo que hacía ya mínimo 1 hora que estaban ahí dando vueltas, aunque más que en la cinta, encontré la mía y la de mi amigo el del candado, tiradas por el suelo.

Después de comprobar que no estuvieran abiertas, ni rajadas, y de coger cada uno su maleta salimos a buscar un taxi para llegar al hotel. Hicimos un alto en los lavabos... ¡que raros! eran más alargados que los típicos que tenemos en España, como encharcados y con una cubierta en U, que no cubría la parte delantera... y no encontraba cadena ni botón alguno. Sí, eran automáticos (el susto que me pegué fue pequeño).

Al final salimos la zona de taxis y nos asaltó un señor, que nos vió pinta de extranjeros, y nos preguntó si necesitabamos transporte. Inocentes, dijimos que sí y pactó un precio, unos 60$ para los 4 (todavía no sabíamos nada de las tasas). Nos hizo esperar unos minutos, y volvió con varias personas, a las que también habría engañado, dos parejas y una señora. Nos llevó hacia el parking donde tenía la furgoneta... metimos las maletas y subimos. Creo que todos desconfiábamos un poco, porque no sabía dónde nos iba a llevar ese señor (aunque tenía cara de bonachón) ni si iba a ser la estafa del año, y así empezamos nuestra experiencia neoyorkina camino hacia el hotel.

viernes, 26 de agosto de 2011

Preparativos y papeleos para viajar a USA

Ya habíamos confirmado Nueva York como nuevo destino con la agencia. El vuelo nos salía más caro que Japón si cogíamos los mismos 15 días, así que al final decidimos ir menos días, salíamos el 14 y volvíamos el 25.
Ya teníamos todos el pasaporte y los que no, lo habíamos pedido para Japón por lo que teníamos una cosa menos de la que preocuparnos.
Nos informamos sobre lo que había que rellenar para poder entrar en Estados Unidos, el ESTA, que además de rellenarlo había que pagar (unos 14$ aproximadamente). Es el formulario que tienes que rellenar obligatoriamente para que vean que no eres un delincuente con antecedentes, un terrorista o que vas a ocupar su país ilegalmente... lo típico vaya xD, pero sin él no te permiten la entrada. Así que después de contestar que Sí a todo =P (obviamente no) ya quedaba hecho lo indispensable.

Teníamos unos amigos que acababan de ir a Nueva York y nos explicaron muchas cosas. Nos dieron consejos o recomendaciones de sitios que ver, habían vuelto ilusionadísimos del viaje. Yo la verdad, hacía unos años no me llamaba la atención viajar a Estados Unidos como a muchas personas, que tenían auténtico delirio por realizar este viaje... pero con el paso de los años y sobretodo estos últimos que me he aficionado a comprar cosas por internet de allí (principalmente ropa), me iba llamando cada vez más, aunque sólo fuera por el tema de las compras. Me fui haciendo mi listilla de compras, de cosas que sólo iba a encontrar allí, o que comprarlas allí iba a ser la oportunidad de mi vida. Luego quedé encantada con la ciudad y comprar no compré tanto... pero bueno ya iré explicando.

Compré una guía y me dejaron otras 2, sí, al final acabé con 3 guías y 3 mapas que nos fueron de maravilla.
Empecé a estudiármelas, a ver qué sitios me haría ilusión visitar, cuáles eran de visita obligatoria, curiosidades, a planificar un poco el viaje en general. 
Un compañero de trabajo me enseñó la página web de un amigo suyo, donde hablaba del New York Pass. Lo había mirado pero no me había quedado muy claro para qué nos iba a servir, pero lo recomendaba mucho, en cuanto a ahorrar dinero para visitar lo que allí llaman "atracciones" (cualquier museo, edificio, o visita), así que después de sopesarlo decidimos coger un pack de 3 días (entre 180-190€) donde además del NYPASS entraban varios recorridos en "guiri-bus":

3 Day New York Pass
Downtown Tour
Uptown Treasures & Harlem Tour
Brooklyn Tour
Night Tour

Como lo cogimos con muy poco tiempo antes de irnos no podíamos pedir que nos lo enviaran a casa (¡no iba a llegar a tiempo!), así que teníamos que recogerlo una vez allí, en el Planet Hollywood, en la 45 con Broadway en Times Square.
Reservamos un Hotel en Manhattan, el Hudson... porque era superfashion (demasiado para mi gusto) y tenía una discoteca superfasion y mis compañeros de viaje querían ir de fiesta, y además venía recomendado. Acepté. La verdad es que no puedo dejar buenos comentarios del hotel... nos salió MUY caro y la experiencia no fue demasiado buena para lo caro que era, pero ya lo explicaré en el día a día.

Bien, ya teníamos el vuelo, el pasaporte, el ESTA, el NYPASS, el hotel...  ¡maletas! me hacía falta una maleta grande (dentro de los límites), no había viajado nunca tan lejos y no tenía maletas apropiadas... así que fuimos a comprarla. Vi una fucsia - ¡fucsia! ¡para que se vea bien cuando vayan en la cinta! pensé -, de las que son duras y resistentes, con ruedas, candado etc...  las estandarizadas para viajes a USA, y la compré. También cabe decir que me encanta el fucsia y ya de paso me hacía juego con gran parte de mi ropa y accesorios =P, pero sí, el motivo principal era poderla identificar fácilmente, ¡en serio!. La verdad es que estaba bastante preocupada por la vuelta, por pasarme de peso y tener que pagar un extra (bastante caro), pero al final no hubo problemas, te dejan llevar un equipaje de mano bastante grande además de la maleta y tampoco compré tanto.

Yo creo que como preparativos y papeleos, además de la información que cada uno quiera buscar o imprimir, no me olvido nada. El seguro de viaje al final sí lo contratamos en IATIS (Seguro Estrella + anulación) y poco más. Con mi inglés yo creía que ya iba bien y tenía ganas de utilizarlo, luego es otro mundo... y aunque os digan que en todos los lados allí hablan en español y que casi no hay oportunidad de hablar inglés ¡no os fiéis! (no por desconfiar, sino por acomodaros). Nosotros tuvimos que usar bastante nuestro inglés, o chapurrearlo al menos, quizá depende de por donde te muevas o si te encuentras con la gente adecuada, pero no tuvimos esa suerte. ¿O tuvimos suerte? depende de cómo lo veáis, yo quería hablar inglés ya que iba allí, así que ya me fue bien.


jueves, 25 de agosto de 2011

Viaje fallido y principio de nuestro viaje a Nueva York

Mi idea es empezaros a explicar el viaje más reciente y que más me ha marcado:
Nueva York.

¿Por qué NY? En realidad, fue casualidad..., de rebote sí, podríamos decir.
Nosotros no teníamos pensado viajar a Nueva York y teníamos reservados billetes, hoteles y casi todo preparado para nuestro tan esperado destino: Japón
Cuando surgió la idea de ir a Japón no pude negarme, ¡por fin iba a hacer el viaje de mi vida! La idea de ir era casi como un sueño (y ahora ya podréis deducir que sólo quedó en eso), era mi gran ilusión, y aún a día de hoy continúa siéndolo. Los más listillos habréis adivinado ya el porqué del cambio, para los que no, sólo tenéis que asociar fechas o seguir leyendo, eso ya os lo dejo a elección vuestra ;).

Cuando se aseguró la idea del viaje empezamos a hacer los preparativos... cogimos unos billetes de avión por un contacto en una agencia de viajes... 800€ aproximadamente (ida y vuelta), con AirFrance.
Quedábamos para organizar, establecimos un recorrido inicial (Tokyo - Kyoto - Tokyo), y reservamos hoteles en base a ello. Una habitación cuádruple, para la primera semana en Tokyo, en un hotel occidental, un Ryokan para 3 días, es decir el típico hotel oriental con futones y mesas bajas... (era algo obligatorio y casi lo que más ilusión me hacía) y por último otra especie de Ryokan en Tokyo, para los días que quedaran antes de la vuelta.

Íbamos a estar 15 días, muy poca cosa para un País como Japón... donde queríamos verlo todo, pero suficientes para el capital que teníamos que desembolsar. Iba a estar con 3 amigos durante esos 15 días y muy pero que muy lejos de todo. Eran buenos amigos (lo son) pero no he convivido nunca con ellos y me asaltaban dudas y preguntas sobre si iba a ir todo bien, si no nos enfadaríamos allí o tendríamos problemas de intereses y convivencia. Al menos, todas las habitaciones que cogimos eran para 4 personas, así que estaríamos todos juntos, ¡mucho mejor!.

Japón es un país muy diferente al nuestro, en cuanto a cultura, idioma (sobretodo por la escritura), costumbres, tecnología... todo básicamente, y aunque la mayoría de nosotros somos "otakus" y "frikis" como dirían algunos (admito que yo la que más), y ya sabíamos de palabras, y algunas costumbres, siempre hay que informarse bastante bien antes, para no encontrarse sorpresas.
Empezamos a ver páginas sobre viajes a Japón hechos por otras personas, a recibir correos sobre curiosidades de la gente que sabía que íbamos, consejos, las típicas frases de tengo "un amigo que fue el año pasado", "el primo del hermano del novio de aquella también fue, le puedes preguntar", etc.

Pedimos cita para el pasaporte y cogimos un seguro de viaje (recomendación de un conocido mío)... bueno más bien queríamos cogerlo en una página que había leído por varios sitios Isis Seguros, creo que era... y estuve mirando los diferentes tipos de seguros que había pero quedamos para cogerlo mejor los 4, un día, y mirarlo con más calma. Ahí ya se empezó a manifestar Murphy y justo estábamos todos en una casa, portátil en mesa (perdón, Mac...) y nada, la página no cargaba... miramos la página del hotel al que quería ir a la vuelta de Kyoto (Hotel Kitcho en Akihabara) y tampoco... por lo menos, la página web que tenía, a día de hoy sigue sin funcionar ... 
Empezaban a torcerse las cosas, pero no importaban, eran pequeñas cosas con solución, cogimos el hotel Edoya, bastante famoso, y esperamos un poco más a ver si estaban de mantenimiento con la página del seguro... pero pasaban los días y seguía sin funcionar. Por información en otras webs eran una empresa, que hacía más de 15 años que aseguraban viajes... ¡no podía ser que dejaran de existir ahora!.
Al cabo de las semanas vi que habían cambiado de nombre, IATIS, por si alguno quiere un seguro bueno donde cubran de todo.

Por suerte no llegamos a coger el seguro para Japón, ni el JRPASS (Japan Rail Pass), un pase de trenes de líneas japonesas que por 400€ ibas y venías a cualquier sitio de la isla nipona. Era caro, sí, pero todo el mundo que había ido, lo había cogido y haciendo cálculos realmente merecía la pena para economizar los viajes una vez allí.  Y decía por suerte, ya que como todos sabréis, ocurrió la gran desgracia en Japón, este Marzo del 2011...

El corazón me dio un vuelco cuando me enteré de lo que había pasado, aunque los primeros días cuando todavía no se sabía demasiado de la central de Fukushima pensábamos que podríamos ir sin ningún problema, ¡eran japoneses y lo arreglaban todo en un momento!, pero no, cada vez la cosa fue a peor y además que cada vez nuestro viaje tenía menos sentido, yo me iba sintiendo un poco más culpable. Me lo decían en coña, "había sido mi culpa por querer ir allí y un poco más y hundía la isla o acababa desapareciendo", pero era un tema bastante serio para mí. Creo que ningún desastre anterior me había afectado tanto. Todas y cada una de esas pobres personas, de las vidas perdidas, la belleza perdida, tecnología perdida, esperanzas perdidas... desde aquí mando mi apoyo para todas las personas que se han sacrificado y están sacrificándose por la causa.

Y así fue como cambiamos nuestro destino, un poco de súbito, obligados, la agéncia nos presionaba para confirmar el vuelo, pero en ese momento no sabíamos exactamente cuál iba a ser la situación para Julio en Japón. Si en el momento de volar no podíamos entrar por políticas del país o de seguridad, perdíamos el dinero. La alternativa era cambiar de destino, pero tenía que costarnos más o menos la misma cantidad, ya que en otro caso, perdíamos dinero porque no nos devolvían la diferencia. Un destino de tal magnitud sólo podía ser Estados Unidos.


¡Bienvenidos a mi pequeño mundo!

Hace años, más de 10 que mi vida se mezcló en Internet, con la gran red... y hace años que formo parte de ella, pero nunca se me había pasado por la cabeza crear un blog. 

Blogs... ¡ja! modas... pensaba yo, ¿contar tu vida y que puedan verlo en todo el mundo? ¡por favor!... y sin embargo aquí estoy. Más que explicar mi vida, quiero dejar constancia de esos sentimientos, anécdotas y curiosidades que experimentas a lo largo de la vida, o cuando cambias de país, y que puede que le sirvan de referéncia a alguien.
Esas cosillas que nadie explica, quizá por obviar o por falta de tiempo, por olvido o simplemente porque no las han visto o vivido de la misma manera, desde su punto de vista. Detalles y experiencias que pueden ser diferentes por momentos diferentes, y también, por supuesto, porque todos miramos el mundo desde cristales diferentes =).

Quiero hacer de esto algo así como una bitácora de viajes, pero entre viaje y viaje quizá me anime a escribir alguna anécdota de una chica que vive su día a día con Murphy... ;)